Imagínense tomar un vuelo con el destino fijo y el avión tenga que aterrizar de emergencia en una tierra de nadie, ¿de terror, no? En “Alerta extrema”, el director francés Jean-François Richet realiza una cinta de acción y supervivencia, la cual raya en la convencionalidad pero con una atmósfera intimidante y efectiva para los gustosos de Gerard Butler. 

Brodie Torrance (Gerard Butler) es un piloto de aviones comerciales, que como cualquier otro día, realiza un viaje, aunque un poco atípico: es la noche de fin de año y dentro de los catorce pasajeros a bordo, se encuentra Gaspare (Mike Colter), un criminal peligroso a quien están extraditando. Conforme el vuelo toma rumbo, una tormenta ataca y el avión se ve comprometido obligando a Torrence a realizar un aterrizaje forzoso en medio de una isla desconocida y gobernada por grupos separatistas donde no existe la ley. Torrance y Gaspare deben hacer equipo para pedir ayuda y a su vez ayudar a los pasajeros a sobrevivir. 

Más allá del genérico título que le pusieron en español (pues “Plane” es su nombre original), la cinta tiene valores de producción interesantísimos que le aportan positivamente al resultado: el director construye una atmósfera de suspenso ante la catástrofe (un avión cayendo descontroladamente hacia el suelo) y el temor hacia lo desconocido del lugar. Dicha atmósfera la va delineando con movimientos de cámara elocuentes, en el que se incluye un plano secuencia raro de ver en este tipo de producción (y más en películas de Butler), así como con muertes explícitas, que sin tanta imaginación en la ejecución, logran impactar lo suficiente para mantener al espectador satisfecho y decir: ¡A eso entré a ver esta película!

Claro, no hay complejidad narrativa, pues tiene un sinfín de huecos argumentales que jamás tienen consecuencia alguna (y al director tampoco le interesa resolver) como las polémicas decisiones de Torrence y las nulas consecuencias de éstas a nivel político, o el papel de Gaspare, personaje que contrasta en personalidad e ideales con el protagonista, pero que carece de profundidad; y no es el único, pues ningún otro personaje la tiene. 

El director Jean-François Richet, quien previamente estrenó la bien lograda “Sangre de mi sangre” con Mel Gibson y los plausibles trabajos de “Mesrine: Parte 1” y “Mesrine: Parte 2” con Vicent Cassel, sucumbe ante la industria hollywoodense y coloca a Estados Unidos nuevamente como la víctima de los atroces actos violentos de separatistas asiáticos, pero con el gran poder físico y moral para sobreponerse a la situación pese a no tener habilidades fuera de lo común. El mismo discurso de hace más de cincuenta años. 

“Alerta extrema” brinda un entretenimiento estupendo para todos aquellos espectadores que busquen un rato de sólida acción y un convencional acabado narrativo, aunque con toda la energía que solo Gerard Butler le sabe imprimir a las películas donde participa. 

“Alerta extrema” ya está disponible en cines.