“Ant-Man and The Wasp: Quantumania” es un sendero con dos bifurcaciones al frente para los espectadores asiduos al Universo Cinematográfico de Marvel: o te dejas llevar y continúas el viaje hasta el siguiente megaevento tipo “Endgame” o tomas la decisión de abandonar el barco porque ya has tenido suficiente. 

En esta nueva aventura, dirigida una vez más por Peyton Reed, el Hombre Hormiga (Paul Rudd) junto con la Avispa (Evangeline Lilly), su hija Cassie (kathryn Newton) y sus suegros (Michael Douglas y Michelle Pfeiffer) queda atrapado en el Reino Cuántico, lugar donde debe enfrentarse a Kang El Conquistador (Jonathan Majors), un viajero del tiempo que busca escapar de esta dimensión alterna para desatar su ira contra todas las líneas temporales existentes.

El guión, escrito por Jeff Loveness, es su mayor defecto: se aleja del estilo heist movie presente en las entregas anteriores para decantarse por la ciencia ficción fantástica, más en la línea de los Guardianes de la Galaxia, lo cuál se siente fuera de tono con el personaje. Por otro lado nos encontramos ante una película con un argumento casi inexistente: durante gran parte de la cinta los personajes solamente van de aquí para allá conociendo rincones del Reino Cuántico o a sus estrafalarios habitantes pero nada importante pasa, así que muchas secuencias se vuelven innecesarias (incluyendo la protagonizada por Bill Murray) y se sienten como una pérdida de tiempo.

Los personajes también carecen completamente de motivaciones: Scott Lang lleva una vida de ensueño luego de ayudar a salvar el universo junto a los Vengadores, no tiene problemas ni nada por resolver; medio se intenta crear un conflicto con su hija pero esto no llega a ningún lado: así como inician la cinta, la terminan, felices y nada más. Pese a estar en el título, la Avispa de Evangeline Lilly no tiene ningún desarrollo o participación relevante en la historia. A quienes se les da un mayor peso es a los personajes de Michael Douglas y Michelle Pfeiffer, sin embargo esta última tiene todo un pasado secreto guardado, utilizado a conveniencia cuando la trama lo necesita.

Quien tiene un desarrollo notorio y salva la película es Jonathan Majors (“Historia de Honor”) que logra crear a un villano carismático y amenazante; sus motivaciones son básicas (es malo por el hecho de serlo) pero al menos existen, sin embargo su presencia se siente fuera de lugar en esta cinta: el personaje es el nuevo gran antagonista a vencer por los Vengadores y resulta extraño enfrentarlo directamente contra un personaje relativamente menor en comparación con otros héroes pues ahora no es convincente para la audiencia el verlo como una amenaza igual o mayor a Thanos.

“Ant-Man And The Wasp: Quantumania” es aburrida y muestra lo peor del UCM: personajes planos, un guion predecible y genérico que incluso llega a copiar secuencias enteras a otras sagas, además de la sensación de ser un mero producto transitorio, un episodio más de esta serie gigantesca (una a la cual los agujeros narrativos y la verosimilitud le empiezan a pesar). Todo esto ha sido constante en la mayoría de los productos de Marvel post Endgame, hecho que inevitablemente podría provocar que algunos sectores del público abandonen la franquicia, los demás seguiremos aquí intentando resolver cómo se unirán todas las piezas en la Dinastía Kang.

“Ant-Man and The Wasp: Quantumania” se encuentra disponible en cines.

Imagen de portada cortesía de Disney Latinoamérica.