Tras haber alcanzado fama mundial con “The Girl with the Dragon Tattoo”, Noomi Rapace regresa al género con “Cangrejo negro”, del director Adam Berg: otro thriller sueco que, si bien carece de personajes como la imparable Lisbeth Salander, nos da una experiencia lo suficientemente tensa como para mantenernos entretenidos por sus casi dos horas de duración

En un mundo donde ha estallado una guerra civil y se ha impuesto un gobierno militar, Caroline Edh (Noomi Rapace), una mortífera soldado, es convocada para una misión especial: ella y un equipo tendrán que patinar a través varios kilómetros de mar congelado para entregar un cargamento fundamental para el fin a la guerra. A cambio, se le promete a Caroline que se reencontrará con su hija, de quien fue separada violentamente hace mucho tiempo.

Si la premisa suena a algo que podría dar como resultado una versión sueca del “Escuadrón Suicida”, su tono frío y serio te dejarán en claro que no es así. Desde los primeros minutos, la sangre, el caos y la violencia dominan la pantalla: de manera similar a cómo hace “Children of men”, este futuro distópico se siente real y cruel, las amenazas son reales y nuestros personajes corren realmente mucho peligro.

Esta película aprovecha cada segundo que tiene: una vez iniciada, las acciones y la tensión no se detienen; los momentos de descanso se sienten peligrosos por el peligro latente y uno está constantemente preguntándose si todo el equipo sobrevivirá. A esto se suma el no saber realmente qué bando es el bueno: ¿realmente queremos que nuestros protagonistas lleguen con el paquete? ¿Qué tan distinto es el gobierno al grupo enemigo? Estas dudas son dejadas al aire hasta último momento para mantener, de manera efectiva, a la audiencia en una constante incertidumbre.

Tras su papel en “Lamb”, Noomi Rapace vuelve a ser una madre con un amor feroz por su hija: siempre le creemos su desesperación por encontrarla, y eso hace que no la odiemos incluso cuando toma decisiones bastante cuestionables. A ella se suma una ejecución bastante buena en el apartado técnico. Pese a ser su ópera prima, Adam Berg dirige con confianza este thriller: desde la ambientación fría y melancólica, las situaciones tensas y buenas escenas de acción, todo es más que suficiente para darnos una experiencia entretenida.

Sin embargo, cuando la película lidia con las emociones no funciona tan bien como cuando sigue su sencilla pero interesante misión. Si bien a uno le queda claro el amor de Caroline por su hija gracias a la actuación de Rapace, tampoco es como que, fuera de los primeros minutos, uno acabe muy conmovido. Las motivaciones y deseos del resto del equipo son aún menos memorables, y las escenas en las que tratan de darles humanidad profundizando en su vida antes de la guerra distraen en lugar de aportar a la trama principal.

A diferencia de “Annihilation”, donde los traumas, miedos y deseos de cada una de las protagonistas le daba profundidad emocional a la misión, acá uno realmente no está muy interesado en conocer a estas personas ni su pasado.

Si bien para algunos “Cangrejo negro” puede ser un producto emocionalmente tan frío como sus paisajes, quienes estén en busca de una película tensa y de pasar un buen rato tienen aquí una buena opción.

“Cangrejo negro” ya se encuentra disponible en Netflix.