Cuando “Suicide Squad” se estrenó hace más de 5 años no tardó en ser catalogada como una de las peores películas del universo de DC. El guion pobre, la edición sin sentido, el exceso de canciones demasiado obvias, su falta de compromiso a la violencia del material original y la carencia de personajes desarrollados fueron sólo algunas de las críticas que recibió. Es por ello que cuando se anunció que James Gunn iba a dirigir el reboot/secuela, llamado “The Suicide Squad” (o “El Escuadrón Suicida”), surgió la duda: ¿podría el director de “Guardianes de la Galaxia” adaptar con éxito la obra sin ser una copia de su creación de Marvel? Gunn no sólo cumple con las expectativas, sino que además nos trae una de las más emotivas y peculiares películas de superhéroes de los últimos años.
Amanda Waller (Viola Davis) vuelve a juntar a un grupo de peligrosos convictos para otra misión suicida. El trato es simple: si cumplen la misión con éxito se les reduce tiempo de condena, pero si intentan escapar Amanda hará explotar sus cabezas. Comandados por el Coronel Rick Flag (Joel Kinnaman), un montón de criminales entre los que se encuentran Harley Quinn (Margot Robbey), Bloodsport (Idris Elba), Peacemaker (John Cena), King Shark (Sylvester Stallone), entre muchos otros, se unen a regañadientes para salvar su vida y alcanzar la libertad.
A diferencia de Marvel, DC siempre ha sido inconsistente en sus entregas: cada película cuenta con un tono y estilo visual completamente distinto. Sin embargo, es esta inconsistencia la que le permite a Gunn traer a la vida un universo caótico, divertido y violento que hace justicia a su nombre. El director ya había explorado la mezcla peculiar de violencia y humor adulto en el género de superhéroes con “Súper” en 2010, y aquí lleva dicha combinación al máximo sin sacrificar nunca el corazón de la historia.
Uno de los mayores problemas de la película del 2016 fue el tratar de presentar a todos sus personajes mediante diálogos y secuencias expositivas, lo que dio como resultado que a casi mitad de la película ésta apenas arrancara. Acá Gunn evita eso yendo directo a la acción: desde la primera y brutal secuencia a uno le queda claro que cualquiera de estos personajes puede morir: entre risas, mucha sangre y varios momentos de auténtico shock, el director intriga a la audiencia y planta una sensación de constante peligro.
Dicha sensación aumenta conforme uno se enamora de los personajes, ya que jamás se está seguro de si sobrevivirán o no a la terrible misión. Aunque uno ya esté familiarizado con Harley Quinn (interpretada de forma genial, como siempre, por Margot Robbie), lo cierto es que son los personajes menos conocidos quienes se roban el corazón de la audiencia: el guion va revelando poco a poco los conflictos de estos inadaptados que han sido rechazados por la sociedad y nos presenta un grupo de antihéroes que sólo busca sobrevivir en un mundo indiferente y cruel.
De entre ellos vale la pena destacar a Ratcatcher 2 y a Polka-Dot Man, quienes tienen el poder de controlar las ratas y lanzar discos de colores explosivos, respectivamente. La película toma estos personajes que parecerían ser en sí mismos un chiste, y los convierte en los responsables de los momentos más conmovedores de la misión. A ellos se suma Idris Elba, que toma con confianza la batuta de Will Smith como el asesino con corazón de oro, y Joel Kinnaman, que convierte al coronel Rick Flag (uno de los pocos personajes de la cinta anterior) de un héroe militar genérico a un verdadero líder y amigo, sobre todo en sus interacciones con Harley.
El director también aprovecha la gran cantidad de personajes para jugar con distintos estilos y recursos sin nunca traicionar el tono principal. Un gran ejemplo es el caso de Harley Quinn, quien pasa mucho tiempo alejada del equipo: su historia se siente distinta al resto de la misión, y culmina en una de las secuencias más extrañas y divertidas de la película, pero al final conecta perfectamente con el tema central: la redención, una que podría aplicar tanto a los personajes como al propio de DC.
“The Suicide Squad” nos demuestra el potencial que tiene el cine de superhéroes cuando confía en sus creadores, trae una bocanada de aire fresco a un género plagado de fórmulas visuales y narrativas para darles a las audiencias un producto adulto, divertido y cursi en el mejor de los sentidos. La película no sólo cumple su misión exitosamente, sino que además nos presenta varias gratas sorpresas en el camino.
“The Suicide Squad” o “El Escuadrón Suicida” se encuentra disponible en HBO Max.