Una de las ventajas de Netflix es que nos permite conocer cine de otras partes del mundo que de otra forma jamás hubiéramos visto. Desde hace algunos años, se ha encargado de traernos grandes películas del cine taiwanés: “La cascada”, “Todo para mi ex”, “El sol que abrasa” y “Mujeres grandes y pequeñas” son algunos ejemplos. A esta variedad de títulos de gran calidad se suma “Ella viene de Los Ángeles”, de la directora Feng-I Fiona Roan, un coming-of-age conmovedor y realista.

Feng (Caitlin Fang), es una niña de 13 años que regresa de Los Ángeles a Taiwán cuando su madre (Winnie Shih-Ying Chang) descubre que tiene cáncer. El choque cultural y la inestable situación en el hogar hacen que Feng se aisle cada vez más del mundo y tensan la relación con su madre, lo cual la obliga a enfrentarse a situaciones que jamás creyó tener que vivir.

De manera muy similar a “Todo para mi ex”, la película captura las complejidades de ser madre en una situación difícil. Winnie Shih-Ying Chang, gracias a un guion muy cuidado, deja de lado el estereotipo todavía muy usado de la madre abnegada y sufridora para traernos una mujer llena de inseguridades, arrepentimientos, amor por su familia pero también sueños sin cumplir.

Sin embargo, el mayor descubrimiento es Caitlin Fang en el papel de Feng, quien transmite el encaprichamiento y confusiones propias de la adolescencia sin hacer del personaje alguien desagradable o completamente odioso. El viaje de crecimiento de Feng es la base de la película, y Fang deja ver los conflictos internos del personaje en una actuación sutil que revela poco a poco los sentimientos encontrados de la niña hacia su madre, su entorno y su familia. En una brillante escena con un caballo, por ejemplo, la joven actriz logra conmover y transmitir todos los anhelos e ilusiones de su personaje sin un gran monólogo o gritos desesperados.

Sutileza es una palabra que describiría bien a la película: si bien no cuenta con grandes planos preciosistas, la fotografía (ganadora en los últimos Golden Horse Awards, incluso por sobre la increíble “The Falls”) nos transmite las distintas emociones de manera efectiva pero sin llamar la atención sobre sí misma. En una de las escenas más impactantes, es gracias al seguimiento que hace la cámara al rostro de la protagonista que uno siente su dolor y humillación al ser castigada en clase. Es un gran trabajo que siempre está al servicio de la narrativa, muy al contrario de otras piezas con encuadres hermosos pero que terminan por distraer de la historia.

En muchos sentidos “Ella viene de Los Ángeles” me recordó a “Feliz año pasado” en el sentido que ambas transmiten muy bien la experiencia de sentirse extranjero en el propio país, de regresar a un mundo del cual ya no eres parte. De forma muy madura y sin dar una respuesta fácil a una situación complicada, esta película encapsula muy bien la incertidumbre ante el cambio, la muerte y la dinámica familiar moderna, algo con lo que todos podemos conectar de una forma u otra. Feng-I Fiona Roan nos trae un debut fácil de digerir que no sacrifica calidad por accesibilidad: una obra que promete un gran futuro para la directora.

“Ella viene de Los Ángeles” o “American Girl” ganó Mejor Actuación Revelación, Mejor Nueva Dirección, Mejor Fotografía, el Premio de la Audiencia y el Premio FIPRESCI en los Golden Horse Awards 2021. Ya se encuentra disponible en Netflix.