Lana Wachowski, ahora en solitario, revive el portentoso concepto de la ciencia ficción que inició en 1999 y trae “Matrix Resurrecciones”, una cinta nostálgica y llena de efectos visuales efectivos, pero sin la chispa narrativa de la trilogía original. No busca que se le encuentre algún sentido lógico en relación a sus predecesoras, más bien solo espera que se le disfrute como lo que es, un regreso emotivo y disfrutable.
Neo, interpretado nuevamente por el inmortal Keanu Reeves, vive en la cotidianidad y constantemente medicado por su terapeuta (Neil Patrick Harris) con una píldora azul. Sin embargo, la Matrix está abierta y trae consigo peligros que se pensaban resueltos; Neo y Trinity (Carrie-Anne Moss) deben ser otra vez los salvadores.
Uno de los puntos a reconocer –y el único- son los hilarantes efectos especiales que envuelven a toda la película; lo que les falta a algunas películas a nivel de calidad estética (como la reciente “Spider-Man: Sin camino a casa”), a ésta le sobra la buena hechura. Wachowski destapa su imaginación y construye escenarios mitológicos, autorreferenciales y atascados de colores, en los que sus personajes saltan, golpean y sueltan diálogos sumamente explicativos, los cuales no tienen otro objetivo más que el de abonar al entendimiento de las predecesoras y el porqué de esta nueva cinta.
La gran figura de este filme, Keanu Reeves, si bien nunca brinda razones para detestar sus apariciones, la realidad es que se ha convertido en el mismo personaje desde hace algunos años. Es imposible no ver a John Wick en el universo cyberpunk de “Matrix”. Por otro lado, la nostalgia se hace presente aún más al ver el regreso de Carrie-Anne Moss en el papel de Trinity y algunos flashbacks con los personajes originales de las anteriores cintas, y al final, eso es lo más interesante y atractivo.
La historia, por otro lado, es un intento exhaustivo y sofocante por querer revivir arcos que en el pasado funcionaron y dieron alimento a la continuidad narrativa. No hay una razón contundente para la existencia de esta trama en específico, pues el basto mundo ideado por las hermanas Wachowski desde hace más de 20 años, es capaz de abastecer a nuevas narrativas bajo los conceptos de la tecnología, lo virtual, el internet, etcétera, sin embargo, el empeño por el refrito vacío es superior.
Sin duda, los fervientes fanáticos de la trilogía pueden encontrar en esta nueva entrega un pequeño chocolate digno de probar y disfrutar, pero es innegable su limitado interés por aportar a la franquicia y al género. Es por eso que “Matrix Resurrecciones” es un fallido regreso al mundo de Neo y Trinity, pero eso sí, con dosis interesantes de acción bastante entretenida. ¿Eso es lo único que se busca para continuar con el hito narrativo y discursivo iniciado hace más de dos décadas?
“Matrix Resurrecciones” ya está disponible en cines y próximamente en HBO Max.