En ocasiones se estrenan películas con temáticas similares casi al mismo tiempo: en 1997 tuvimos Dante’s Peak y Volcano, en 2006 The Illusionist y The Prestige; este año la casualidad se repite con El pacto y Escape bajo fuego (Kandahar), un thriller de acción protagonizado por Gerard Butler que intenta criticar el intervencionismo norteamericano en Medio Oriente.
Escape bajo fuego es dirigida por Ric Roman Waugh (El día del fin del mundo) y nos cuenta la historia de Tom (Butler) un agente de la CIA intentando llegar a una base aérea a las afueras de Kandahar junto a su traductor Mohammad “Mo” Doud (Navin Negahban) después de hacer explotar una planta nuclear en Irán. Desgraciadamente, ambos personajes son perseguidos por numerosos y poderosos enemigos: iraníes, afganos, pakistaníes e inclusive miembros del Estado Islámico, ¿Podrán llegar a la base a tiempo para escapar de una aterradora muerte?
Mitchell LaFortune, guionista de la película, ubica la acción en la actualidad tras la salida de las tropas norteamericanas de Afganistán, luego de 20 años de guerra y ocupación militar, y trata de criticar el intervencionismo de los estadounidenses en Medio Oriente, en particular el cómo utilizaron a decenas de miles de traductores con la promesa de sacarlos del país o la manera en que los mismos soldados americanos armaron y entrenaron a distintas organizaciones para sus propios intereses y después se desentendieron de ellos, sin embargo las imágenes y la narrativa de la cinta contradicen este mensaje al mostrar a los norteamericanos como salvadores pues constantemente se nos bombardea con imágenes de ejecuciones por parte de los guerrilleros o líneas de diálogo sobre las leyes de los talibanes que limitan los derechos de las mujeres, estos recursos se emplean para decir: cuando los soldados estaban aquí esas cosas no pasaban, por lo que las intenciones de LaFortune no quedan claras en ningún momento.
Sorprendentemente para una película llamada Escape bajo fuego la acción es uno de los puntos más débiles. Aquí, contrario a sus dos cintas anteriores protagonizadas por Butler (El día del fin del mundo y Agente bajo fuego), el director intenta crear un thriller dramático enfocado en sus personajes y sus experiencias, desgraciadamente tanto Mo como Tom son abordados desde varios convencionalismos: el primero es tratado como una víctima indefensa mientras que el segundo es un salvador con todas las respuestas, los contactos y las soluciones para enfrentar cualquier problema.
Por otra parte, la historia es confusa. Durante la primera mitad de la película se nos introducen varias subtramas con distintos personajes, grupos y temas, cada uno con sus respectivos intereses geopolíticos, sin embargo todo esto no llega a nada, solo genera desorden y ocupa tiempo de la cinta que pudo usarse para desarrollar mejor el vínculo entre Tom y Mo.
La fotografía, a cargo de MacGregor (Vértigo), empata con el tono melancólico que Ric Roman Waugh quiere proponer y con frecuencia nos muestra planos abiertos donde contrasta la pequeña presencia de Tom y Mo contra la inmensa vastedad del desierto, esto es impresionante pero llega a sentirse extraño pues recordemos que ambos personajes están huyendo y este enfoque más contemplativo ayuda poco a transmitir ese sentimiento de urgencia presente en el argumento de la cinta.
Escape bajo fuego es una película que se contradice constantemente entre los discursos de sus personajes y el contenido de sus imágenes. Es destacable el intento tanto del director Ric Roman Waugh como de Gerard Butler de entregar una cinta con tintes más dramáticos, sin embargo fallan al encontrar un equilibrio entre la acción y el thriller, lo cual resulta en una cinta más bien aburrida y convencional.
“Escape bajo fuego” ya se encuentra disponible en cines.