Derivado del falso documental, existe una especie de subgénero que consiste en películas que ocurren completamente dentro de la pantalla de una computadora. Unfriended, Host, Searching y Missing son algunos ejemplos bien ejecutados de esta técnica. Este recurso permite contar historias de gran escala en un espacio reducido y con pocos actores, como lo demuestra Stay Online, de la directora Yeva Strelnikova, un thriller ucraniano grabado durante la invasión rusa a dicho país.
Durante los primeros meses de la guerra, hubo muchas donaciones de computadoras a voluntarios y al ejército ucraniano. Una de estas computadoras llega a las manos de Kate (Liza Zaitseva), quien está encerrada en su casa, oculta de los bombardeos constantes. Su hermano (Oleksandr Rudynskyy) está defendiendo el país y su mejor amigo (Anton Skrypets) es voluntario. Mientras usa la laptop para comunicarse con ellos, recibe la llamada de un niño, Sava (Hordii Dziubynskyi), el cual busca a su padre, a quien pertenecía antes la computadora que ahora tiene Kate. Para evitar que el niño salga de su refugio, ella le dice que es una superheroína y que encontrará a su papá a toda costa.
El gran reto de este tipo de películas es que tienen que ser muy ingeniosas para integrar de manera orgánica los elementos disponibles en la computadora con la trama, de tal forma que el personaje sea capaz de resolver todo mediante este medio. Stay Online logra esto muy bien: la llamada del niño es justificada, los medios que usa Kate para obtener información están bien integrados y cada uno de los personajes le permite resolver distintos problemas sin que ella tenga que salir de casa. La interfaz es muy creíble y se usa de manera muy inteligente: el calendario de Mac, Telegram, Facebook, la descarga de programas, todo es usado dinámicamente para avanzar la misión de Kate. A veces la tecnología funciona de manera demasiado conveniente para la protagonista, pero es algo común en este tipo de producciones, pues no es fácil desarrollar casi dos horas de películas en un ordenador.
El guion traslada de manera excelente la tragedia que está ocurriendo a una historia atrapante y tensa para el espectador. Cada personaje representa una cara distinta de la guerra: Kate es una joven cuya vida y sueños se vieron interrumpidos por una invasión terrible; su hermano es un chico que dejó su vida común y corriente para unirse al frente, agarrar las armas y defender su país; su madre (Olesia Zhurakivska) representa a todos esos padres que viven con el temor de que sus hijos no regresen a casa; el amigo de Kate nos muestra cómo se puede ayudar aún no siendo ucraniano, cómo los voluntarios son fundamentales para apoyar y mostrarle al mundo lo que ocurre; finalmente, el tierno Sava es esa inocencia interrumpida antes de tiempo, todos esos niños alejados de sus padres, quienes un día soñaban con ser superhéroes y al siguiente estaban siendo desplazados en busca de un lugar seguro.
Estas historias se disfrutan más desde la computadora, pues casi se siente como si tu pantalla estuviera siendo poseída al ver los programas abrirse y el cursor moverse. Es por ello que las partes que más sacan de la experiencia de esta película son cuando la directora decide mostrarnos a Kate fuera del ordenador, ansiosa en la sala, en tomas muy cerradas. Aunque la intención de esto es transmitir la desesperación, interrumpen la inmersión que se había construido hasta el momento. La música también es demasiado obvia y ahoga momentos que de por sí ya son tristes o tensos. La ausencia de ella o un acercamiento más sutil ayudaría a que el mensaje se transmita con más fuerza, pues su presencia nos recuerda que no estamos viendo una computadora sino una película.
Sin embargo, no todos los elementos externos al ordenador son negativos: hay momentos cuando se muestran fotografías (ya sea de la guerra o de los personajes) en los que la directora nos pasa otras imágenes. En el caso de los personajes se trata de escenas de su día a día antes de la guerra, lo cual nos recuerda todo lo que se perdió y cómo su vida no siempre fue como la vemos ahora. En el caso de las fotos de guerra, se nos muestran otros videos que ahondan en los horrores que ocurren en Ucrania. Estos paréntesis son muy importantes, pues ponen en contexto al espectador de todo lo que ocurre y ocurría fuera del cuarto en el cual está Kate.
Stay Online es una película importantísima, pues incluso su título es un llamado a la acción a mantenernos en línea, a no olvidar lo que está ocurriendo, a no dejar de hablar de ello. Además, es un thriller efectivo y muy inteligente que usa al máximo sus recursos para contar su mensaje de forma contundente y con una narrativa coherente y bien estructurada. Sí, hay ciertos detalles que pudieron hacerlo más poderoso, pero en general este es un admirable trabajo de resistencia.
“Stay Online” tuvo su premiere mundial en Fantasia Fest 2023.
Imagen de portada cortesía de Fantasia Fest 2023.