Para ti, ¿qué significa ser cercano a alguien? Jacqueline Lentzou nos lanza esa pregunta temprano en su largometraje debut, “Moon, 66 Questions”. Aquí vamos a seguir muy de cerca la relación entre una hija y un padre emocionalmente distanciados. Es un filme sobre “amor, movimiento, flujo, y la falta de ellos”, o por lo menos eso nos indica la propia directora durante su inicio.

Tras pasar mucho tiempo alejada, la joven Artemis (Sofia Kokkali) decide regresar a casa para cuidar a su padre Paris (Lazaros Georgakopoulos), quien sufre de esclerosis múltiple. En su primer reencuentro queda claro por qué Artemis no quería regresar: la incomodidad de estar en un mismo cuarto es casi insoportable para los dos. Cuando Artemis ayuda a su padre a caminar o moverse, lo hace de manera tan distante posible. Hay frialdad y carencia de comunicación de ambos lados, pero también un atisbo de esperanza por encontrar redención.

Las decisiones estilísticas de Lentzou permiten incrementar el sentimiento de alienación entre Artemis y Paris. Cuando están juntos, la paleta de colores luce apagada y cuando ella está con sus amigos, las tomas son vibrantes y los rayos de sol hacen sentir su calor. Asimismo, encontramos fuertes contrastes para recordarnos que Artemis todavía está creciendo; baila como si no hubiera mañana, pero rompe en llanto cuando la preocupación por su padre es demasiada. La carga es pesada y el resto de la familia parece estar decidida a que sea ella la máxima responsable.

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“Moon, 66 Questions” | Cortesía: THE PR FACTORY

Artemis también quiere entender sus propias motivaciones. ¿Por qué regresar? ¿Qué hace aquí verdaderamente? ¿Por qué cuidar de alguien a quien no le tiene cariño? Para responder a estas preguntas, Artemis escucha la música de su padre, explora su casa e intenta ver basketball con él. Asimismo, redescubre su pasado a través de viejos cassettes de VHS; estos videos son símbolos de ausencia que Lentzou utiliza como herramienta constante a lo largo de la película para crear interrogantes, mismas que llegan a ser frustrantes.

Hay ciertas escenas que te agarran desprevenido y rápidamente quedan grabadas en tu mente. En una de ellas, Artemis recrea una vieja discusión que tuvo con su padre; ella actúa las dos partes y termina en lágrimas recordando las crueles palabras de Paris. Hay muchos asuntos sin resolver entre padre e hija, pero cuando se abre una pequeña ventana, la luz que entra es cegadora. 

Georgakopoulos es tremendo en el papel. Además del extenuante trabajo físico requerido para interpretar a una persona con limitada movilidad, el actor plasma con gran precisión la terrible vergüenza que siente su personaje, un exjugador de basketball que ahora requiere de apoyo para levantarse de una silla. Kokkali no se queda atrás; su expresividad es física y emocional.

Aunque  “Moon, 66 Questions” llega a deambular demasiado y pierde su enfoque, sus observaciones sobre la familia son genuinas y emotivas. Muchas escenas parecen inconsecuentes e incluso aleatorias, pero en conjunto hablan de las heridas emocionales de una hija. Son brillantes. Lentzou forjó una película cautivadora y dolorosa sobre trauma reprimido que estudia a la falta de comunicación como base para entender los complejos rumbos de las relaciones familiares.

“Moon, 66 Questions” tuvo su estreno mundial en Berlinale 2020 y formará parte de la selección de FICUNAM 11.