En la pasada edición del Festival de Sundance, hubo varias películas que hablaban de temas raciales de forma original y entretenida. “Master” es una historia de terror con un sorprendente final y “Emergency” usa la comedia adolescente de manera sumamente ingeniosa, pero la gran ganadora del premio del jurado fue “Nanny”, de la directora Nikyatu Jusu, un poderoso y atrapante estudio de personaje con elementos sobrenaturales relacionados al folclor de la cultura de África del este.
Aisha (Anna Diop) es una inmigrante senegalesa que trabaja como niñera para una familia rica en Nueva York. Pese al atraso en la paga de las horas extra y a los horarios abusivos fuera de contrato, ella permanece en este puesto con la esperanza de ahorrar suficiente dinero para traer a su hijo, Lamine (Jahleel Kamara), a vivir con ella. Sin embargo, un día empieza a ser atormentada por terribles visiones. ¿Qué le tratan de advertir estos aterradores augurios?
Nikyatu Jusu es estadounidense de primera generación: su madre emigró de Sierra Leona y tuvo varios trabajos para mantener a la familia. A partir de esta experiencia, la directora construye un enigmático relato tan real en las injusticias que viven las mujeres migrantes, como rico en elementos mitológicos senegaleses. De forma similar a “Huesera”, los aspectos de terror están perfectamente integrados a la trama y se siente el peligro siempre que aparecen. El guion acertadamente nunca los explica a profundidad: nos da suficiente información para entender su simbolismo y pistas sobre qué significan para Aisha, pero mantiene la incertidumbre para causar suspenso.
Hay una fuerte crítica al supuesto sueño americano, a cómo éste es aparentemente solo para algunos: ciertamente no lo es para las madres que dejan su país y a sus hijos para cuidar niños y casas ajenas, a costa de su propia vida y subyugadas a la voluntad de los patrones. La pareja que contrata a Aisha también es un interesante ejemplo de cómo la injusticia es perpetuada por los privilegiados de formas que ellos no notan.
La esposa (Michelle Monaghan) es la proveedora del hogar, trabaja largas horas fuera de casa y llega exhausta, pero es incapaz de empatizar con Aisha. En cierto momento trata de ganarse su confianza apelando a que ambas son mujeres que tienen que acomodarse al injusto mundo de los hombres, ignorando completamente su posición privilegiada frente a Aisha y cómo no le ha pagado lo debido. Por otro lado, el esposo (Morgan Spector) es un fotógrafo de causas sociales que simpatiza con la revolución en teoría, pero en la práctica se dedica a observar y volver a la comodidad de su hogar, donde no cuestiona la actitud abusiva de su esposa.
Anna Diop es magnífica como la protagonista: dota a su personaje de la fuerza y vulnerabilidad necesarias para no convertirla en una víctima desamparada, sino en una sobreviviente envuelta en una situación de la cual luchará fuertemente por salir. Igual de aplaudible es la fotografía de Rina Yang, cuyas hermosas y misteriosas composiciones son fundamentales para crear una atmósfera de suspenso y misticismo.
Libre de los clichés y el exotismo al que Hollywood ha relegado a las culturas africanas por años, “Nanny” es un refrescante retrato de las madres migrantes que usa el terror de forma efectiva. Ante todo, es un trabajo cuyo misterio y belleza visual atrapan al espectador desde el primer momento, uno que te invita a sumergirte en él y descubrir las muchas sorpresas ocultas en sus profundidades.
“Nanny” ganó el Gran Premio del Jurado en Sundance 2022 y ya está disponible en Prime Video.