Si de pura casualidad vieron el trailer de “Pasaje al paraíso” y pensaron que éste les había contado toda la película, no estaban equivocados, pero eso no significa que no puedan pasar un buen rato. Quienes conozcan el trabajo del director y guionista Ol Parker, entre cuyos créditos están “Mamma Mia! Here We Go Again” y “The Best Exotic Marigold Hotel”, saben exactamente qué esperar: una divertida, nada arriesgada y tierna comedia romántica.

David (George Clooney) y Georgia (Julia Roberts) se odian a muerte desde su divorcio hace casi 20 años; sin embargo, cuando su hija, Lily (Kaitlyn Dever) les anuncia que se va a casar con un chico que conoció hace un mes en Bali, dejan a un lado sus diferencias con un objetivo común: evitar que su hija cometa el peor error de su vida.

Hablar de actuaciones en una película así es complicado, pues se trata de esos trabajos en los cuales el director está consciente de que la gente va a ver a Clooney y Roberts, y usa su propia persona a su favor. Uno nunca olvida que estas son dos estrellas de Hollywood divirtiéndose, pero no tiene nada de malo: su química y carisma son más que suficientes para justificar el precio del boleto, y hay cierta nostalgia en verlos juntos otra vez en pantalla.

Además es difícil quejarse cuando tienes paisajes tan hermosos y llenos de vida. A diferencia de los romances turísticos de Netflix, se nota la experiencia de Parker en el género y su capacidad de mezclar sus hermosas locaciones con situaciones divertidas y momentos honestos. Aunque sí hay un discurso trillado (y estereotipado) sobre la belleza del mundo alejado de la ciudad y el buen corazón de los habitantes del lugar, el director evita caer en lo condescendiente.

A Roberts y Clooney se les suma un grupo de guapas y divertidas estrellas que también parecen divertirse mucho: la fabulosa Kaitlyn Dever (“Dear Evan Hansen”) es convincente como la novia dispuesta a dejarlo todo por vivir en el paraíso. Ayuda mucho su química con Maxime Bouttier (“Matt & Mou”), el encargado de interpretar a su guapísimo y casi perfecto novio que parece sacado de un manual de comedias románticas del hombre ideal. Lucas Bravo (“Emily in Paris”) también hace una breve pero divertida aparición como el interés romántico de Roberts.

El guion va por los caminos que uno espera con una que otra sorpresa, aunque en varios momentos y situaciones parece que coloca escenas solo por hacer un chiste sin avanzar la trama en ningún sentido, lo cual hace que la película se sienta más larga de lo que es. Sin embargo, al enfocarse en Roberts y Clooney, en lugar de en la joven pareja, la historia encuentra varias cosas que decir sobre la paternidad, el miedo a repetir los errores del pasado y las segundas oportunidades, suficientes como para distinguirla de otros trabajos similares.

Al igual que “Cásate conmigo”, “Pasaje al paraíso” no trae nada nuevo al género, pero nos recuerda por qué su fórmula funciona y tuvo tanto éxito en los 90 e inicios de los 2000. Si buscas una película que te lleve a una fantasía romántica en un lugar precioso por casi dos horas, deja las escuetas opciones de Netflix y mejor lánzate a este viaje.

“Pasaje al paraíso” ya se encuentra disponible en cines. Imagen de portada cortesía de Universal Pictures.