A finales de los 90 e inicios de los 2000, hubo un resurgimiento de la comedia romántica. Con títulos de diversa calidad, desde “Recién casados” y “Cómo perder un hombre en 10 días” hasta “Notting Hill” y “Love Actually”, este tipo de películas conmovió a muchísimos con su fórmula sencilla, finales predecibles y simpáticos protagonistas. “Cásate conmigo”, de la directora Kat Coiro, trae de regreso todo lo que los fanáticos del género esperan: una tierna y predecible comedia con suficiente encanto como para mantener satisfecha a su audiencia.

Katalina Valdez, mejor conocida como Kat (Jennifer Lopez), es una estrella musical quien, tras descubrir que su prometido (Maluma) la engañó con su asistente, decide casarse impulsivamente durante un concierto con Charlie (Owen Wilson), un extraño en medio del público. Para evitar quedar en ridículo, Kat y Charlie se comprometen a seguir con la farsa por unos meses, pero en el proceso descubren que tal vez sí están hechos el uno para el otro.

Jennifer Lopez fue protagonista de muchas de las comedias antes mencionadas, así como “Maid in Manhattan”, “The Wedding Planner” y “Monster-in-Law”, por mencionar algunas. Acá, además de su carisma, la película usa mucho la fama de la propia actriz para construir su personaje. Kat podría bien llamarse Jennifer Lopez y el público no tendría problema: las grandes escenas de conciertos, sus rutinas de ejercicio y las pegajosas canciones parecen ser todas sacadas de la propia vida de la actriz.

Esto también ayuda a moldear las inseguridades de Kat, quien siempre busca la aprobación del resto. En una ocasión Kat menciona cómo, pese a su popularidad y dinero, nunca ha sido nominada a un premio, algo que la propia actriz recordará tras no haber logrado su nominación al Oscar por “Hustlers”. Son detalles divertidos que ayudan al público a identificarse fácilmente con Kat: así como hacen las comedias de Julia Roberts o Sandra Bullock, el estar consciente de que se trata de una actriz famosa es parte del encanto.

Owen Wilson (“Dicha”) es una gran elección para el interés romántico. Además de tener un buen sentido del humor, Wilson cuenta con una cualidad fundamental: da la sensación de ser un hombre común y corriente. Esto le agrega a sus interacciones con Kat en el mundo real, alejados de la fama y las cámaras, una dulzura especial. Por más adorable que sea “Notting Hill”, es difícil ver a Hugh Grant como un hombre ordinario, algo que Wilson logra sin esfuerzo.

Fuera de eso, no hay muchas sorpresas: la película da lo prometido, los conocedores de la fórmula sabrán exactamente cómo resultará todo. Sin embargo, la química de los protagonistas y los adorables momentos de enamoramiento compensan lo predecible de la trama, sobre todo cuando esta predictibilidad es parte de lo esperado por la audiencia.

Si bien hay varios eslabones débiles en los personajes secundarios, sobre todo Maluma como interés romántico (uno jamás cree que Kat se quedaría con él) y la hija de Charlie (Chloe Coleman), quien aparece solo en momentos convenientes, la presencia de Sarah Silverman como la mejor amiga de Charlie y del adorable John Bradley (“Moonfall”) como el agente de Kat compensan por mucho estos defectos.

Quizás “Cásate conmigo” no sirva para convertir a los más cínicos y no traiga  nada nuevo a la mesa, pero como película para ver en la tele sin tener que pensar en grandes complicaciones, es una opción a la que definitivamente le daría el “sí” una y otra vez.

“Cásate conmigo” ya se encuentra en cines. Imagen de portada cortesía de Universal Pictures MX.