Hay fórmulas que parecieran no tener falla alguna: un buen director, dos de los mejores actores jóvenes de su generación y un par de grandes compositores deberían dar como resultado una gran película. Lamentablemente,  “Hasta los Huesos” (Bones And All), de Luca Guadagnino no obtiene resultados satisfactorios después de mezclar todos estos ingredientes.  

“Hasta los Huesos” nos cuenta la historia de Maren (Taylor Russell), una joven con una condición bastante extraña que la lleva a consumir carne humana de manera compulsiva; desesperado, su padre (André Holland) la abandona a su suerte. Ahora Maren deberá embarcarse en un viaje por las carreteras de Estados Unidos para buscar a su madre biológica, tratar de entenderse y encontrar su lugar en el mundo, sin embargo, el camino hasta las respuestas sobre su identidad es largo y lleno de personajes tanto extraños como aterradores.

Luca Guadagnino es un director de un cine con un ritmo pausado, lleno de sutilezas, cuyo clímax explota (ya sea literal o metafóricamente) durante el tercer acto de sus películas, además es un gran referente del coming-of-age, pues sus cintas nos muestran a protagonistas jóvenes, llenos de dudas, miedos e inseguridades buscando su lugar en el mundo y tratando de darle sentido al entorno. “Hasta los Huesos” no es ajena a ninguna de estas temáticas pero batalla mucho para crear una conexión emocional entre sus personajes rotos y su audiencia al carecer de momentos emocionales que nos anclen a la historia.

La publicidad de la cinta intenta vender un romance entre los personajes de Chalamet y Russell, muy al estilo de Bonnie y Clyde, pero la relación se siente superficial: después de que se conocen hay pocos momentos en donde se nos deje ver ese supuesto romance, ambos hablan sobre cómo se aman y estarían dispuestos a dar su vida por el otro, pero todas esas emociones y momentos especiales parecieran ocurrir fuera de pantalla y su amor se manifiesta solo a través de diálogos de exposición. Lo mismo sucede con algunos de los sucesos más traumáticos y dolorosos para los personajes: hablan sobre ellos, podemos escucharlos mediante una excelentísima mezcla de sonido, pero jamás somos testigo de ellos, más bien el director busca la manipulación emocional por medio de la brillante banda sonora compuesta por Trent Reznor y Atticus Ross (“Soul”).

Taylor Russell (“Waves”) y Timothée Chalamet (“Dune”) dan grandes actuaciones por separado, pero la química entre ellos no se siente orgánica, probablemente por esa carencia de emotividad entre sus personajes. Asimismo, algunas  de las escenas que deberían construir su relación son omitidas a favor de secuencias de gran impacto visual pero vacías en su interior. André Holland destaca en sus brevísimas apariciones como el padre de Maren, mientras que Mark Rylance (“El sastre de la mafia”) construye un personaje caricaturesco con motivaciones poco claras: el errático guion de David Kajganich omite por completo la relación familiar entre Maren y Sully presente en la novela original de Camille DeAngelis, misma que pudo haber dotado de profundidad y melancolía al antagonista; sin ella, Sully termina por convertirse en una presencia bastante molesta, con motivaciones genéricas y sin sentido.

“Hasta los Huesos” falla al querer mezclar géneros como el coming-of-age, el romance o el terror pues navega entre los tres, sin darle peso a ninguno. Busca crear momentos de shock con sus escenas sangrientas, pero se olvida por completo de brindarles una tridimensionalidad a sus personajes y eso dificulta que la audiencia conecte con ellos. La dirección de Guadagnino, así como los apartados técnicos, destaca, pero se sienten vacíos por esa misma falta de emociones, lo cual convierte a la cinta en un bello producto carente de mensajes claros.

“Hasta los huesos” o “Bones and All” ganó Mejor Dirección y Mejor Actriz Joven en el Festival de Cine de Venecia 2022. Ya se encuentra disponible en cines.