La primera película que vi en mi vida fue Toy Story 2, pero no lo recuerdo, solamente lo sé por comentarios de mi familia, quienes rebobinaban una y otra vez el VHS para el disfrute de un pequeño de un año. Mi primera película en el cine sí la recuerdo con claridad, fue Buscando a Nemo y yo estaba muy emocionado por ver tiburones y tortugas marinas parlantes; la historia me importaba poco, pero era muy fanático de los animales del mar.
Pixar es un estudio de animación que ha tenido una gran importancia en mi vida, no vi Toy Story en los cines de 1995, sin embargo crecí con sus películas animadas, con las lecciones invaluables de sus personajes, las risas, las lágrimas y con un gran amor hacia el cine animado.
Podría escribir párrafos y párrafos sobre cada lección que aprendí con cada una de las películas del estudio (incluso Cars y sus secuelas), sin embargo estaríamos aquí todo el día, por eso mismo me centraré solamente en tres películas que impactaron y resonaron conmigo de forma importante, me cambiaron y gracias a eso estoy aquí con ustedes escribiendo de cine.
“Quiero convertirme en asustador”
Monsters University no es la mejor película de Pixar, llegó en un momento oscuro para el estudio donde solamente obteníamos secuelas y precuelas que intentaron capitalizar la nostalgia de las cintas originales, sin embargo eso no me importa mucho, la película me gusta y me ayudó bastante cuando comencé mi vida universitaria.
Cuando salió Monsters University yo tenía 14 años y estaba lejos de la universidad, a mí me interesaba ver a Sully (John Goodman) y Mike (Billy Crystal), el comienzo de su amistad y la relación con los otros monstruos. Varios años después, a punto de comenzar la carrera, decidí volver a ver la película, literalmente la noche antes de mi primer día de clases me senté a verla y fue extraño, sabía que mi experiencia no sería idéntica a la de Mike, para empezar ni siquiera me iría de casa, pero aún así me invadió un sentimiento de melancolía.
Con el pasar de los meses entendí ciertos aspectos de la película: no siempre vas a lograr lo que quieres y no por falta de intentos, no todo es una lección, a veces las cosas simplemente pasan y los sueños cambian y evolucionan. Para mí el final es extraordinario: Mike y Sully son expulsados de la universidad. Este mensaje es algo que vemos poco en el cine y la televisión en donde, por el contrario, se subraya la importancia de ir a la escuela y el tener una carrera universitaria para tener una vida exitosa, pero eso no aplica con Mike y Sully. Monsters University me llevó a darme cuenta de cómo la vida te va llevando por distintos caminos hasta llegar a donde debes llegar, no a dónde querías, sino donde necesitas estar y eso fue importante, me ayudó a manejar las expectativas que tenía sobre mí mismo y a estar donde estoy ahora.
“Te tuve a ti”
Unidos (Onward) tampoco es una de las mejores películas de Pixar según la crítica en general, y pareciera haber sido olvidada pues salió a los cines unos días antes del comienzo de la pandemia, pero tiene un lugar especial en mi corazón por su enternecedora historia sobre dos hermanos tratando de conocer a su padre ya fallecido. Mi papá no está muerto, sin embargo he cuidado de mis hermanos toda la vida, me tocó ayudarlos en la escuela, darles consejos, protegerlos cuando se metían con ellos, escucharlos, reírnos, etc. Hemos tenido nuestras diferencias pero siempre que me necesitan estoy para ellos.
La primera vez que ví Unidos lloré mucho cuando acabó la película, el director Dan Scanlon (quién también estuvo a cargo de Monsters University) siempre cuenta historias de protagonistas con sueños y metas imposibles de realizar: ya sea Mike tratando de convertirse en asustador o Ian intentando terminar el hechizo para traer a su papá, sin embargo no quedan estancados en eso, logran superarlo y terminan entendiendo mucho de ellos mismos, su verdadero valor está dentro de ellos y llegan a esa conclusión con la ayuda de sus amigos o hermanos.
Unidos me mostró qué tan importante era yo para mis hermanos, cómo cada decisión mía impacta en ellos, soy una figura importante en sus vidas así como ellos en la mía y me parece hermoso haber descubierto algo así a través de una película de Pixar.
“Estoy jazzeando”
Soul llegó en un momento complicado de mi vida. Había terminado la universidad unos meses atrás, estaba en casa encerrado por la pandemia, mi día a día consistía en ver tres o cuatro películas al día y nada más. Estaba en una especie de limbo sin propósito y sin un rumbo fijo, de hecho varias veces había tenido ataques de ansiedad pensando en el futuro ¿Qué sabía hacer en realidad? Muchas vacantes de empleo me solicitaban cosas desconocidas para mí ¿Y si no encontraba trabajo? ¿Cómo iba a sobrevivir? Entonces, el día de navidad, llegó Soul.

Cuando ví por primera vez las imágenes creadas por Pete Docter y su equipo, los colores azules, las líneas, la calidez de la luz del sol en un atardecer neoyorquino, la melancólica música de Trent Reznor y Atticus Ross, todo eso me llevó a una profunda calma. Disfruté mucho la película y terminé conmovido hasta las lágrimas. Cuando Joe cruza la puerta al final de la película y puede contemplar el primer día de su nueva vida me di cuenta de que todo iba a estar bien para mí.
Soul es una película que trata sobre disfrutar la vida, los pequeños momentos de alegría, incluso cuando no nos damos cuenta, se convierten en recuerdos hermosos, nos evocan al pasado y son nuestro motor para el futuro. Estaba en una situación similar al protagonista de la película, no sabía bien hacía dónde iba mi vida, incluso ahora no lo sé con seguridad, pero ya no me da miedo el futuro, solamente intento vivir cada instante de la mejor forma posible. Todas las películas de Pixar me han enseñado, en mayor o menor medida eso, dejar ir, reírme conmigo mismo, compartir con otras personas, amar como nunca antes y, sobre todo, no dejar de creer en mí mismo.