Con una fórmula sencilla pero bien ejecutada, hace dos años Baby Assassins resultó ser una comedia de acción cumplidora sobre dos jóvenes asesinas intentando encontrar su lugar en el mundo adulto. Ahora, el director Yugo Sakamoto mejora la fórmula drásticamente en Baby Assassins 2, una secuela que toma los mejores elementos de su antecesora y los lleva al siguiente nivel para ofrecer más diversión, más acción y más humor, siempre explotando al máximo su singular premisa y la química entre sus protagónicas, Akari Takaishi y Saori Izawa.
A pesar de tener un ingreso estable en su agencia de asesinos, Mahiro (Izawa) y Chisato (Takaishi) son pésimas manejando dinero, así que entre su consumo desproporcionado de postres y pagos acumulados de una membresía de gimnasio que nadie usa, las deudas comienzan a abrumarlas. Tras ser suspendidas indefinidamente de su agencia por detener un robo de banco, las chicas se ven forzadas a buscar, nuevamente, un trabajo normal. Y eso no es todo: las cosas se complican cuando dos torpes pero ambiciosos asesinos, Makoto (Tatsuomi Hamada) y Yuri (Joey Iwanaga), comienzan una cacería para deshacerse de ellas y tomar su lugar como asesinos de renombre.
Al igual que su predecesora, Baby Assassins 2 tiene una vibra exagerada, manifestada en su humor y actuaciones, que evoca a un anime. Sin embargo, aquí Sakamoto logra un mejor balance de este elemento: los chistes aterrizan mejor, el timing cómico es el adecuado, hay menos cringe y pocos momentos se sienten forzados. Recuerdo claramente cómo en la película de 2022 me costó trabajo conectar con varios personajes debido a su ridículo comportamiento, pero aquí no me topé con ese problema, al contrario, me enamoré rápidamente de los personajes nuevos y recordé por qué disfruto tanto las aventuras de Mahiro y Chisato.
A pesar de ser asesinas, nuestras protagonistas son un par de jóvenes amigas que hacen cosas normales. El filme maneja con destreza sus elementos de coming-of-age, pues se toma el tiempo de observar a las chicas y, de manera orgánica, hacerte reír con la absurda yuxtaposición de tener a dos expertas pateatraseros asesinas llevando una vida completamente sencilla, incluso aburrida. Es aquí en donde entra en juego la tremenda química entre Takaishi e Izawa, quienes de verdad transmiten la vibra de ser mejores amigas; algo similar ocurre durante las interacciones entre Iwanaga y Hamada: parece que se conocen de toda la vida.
La comedia y coming-of-age funcionan a toda máquina pero es la acción lo que le da sabor y un toque diferenciador a la película. Impulsadas por el gran talento de Saori Izawa, stuntwoman en películas como John Wick 4, Rurouni Kenshin: The Final y Snake Eyes, todas y cada una de las escenas de acción son geniales y genuinas, pues a diferencia de muchas películas del género, aquí no hay nada que esconder con la edición: las habilidades de Izawa se manifiestan en espectaculares coreografías que fluyen como el agua. Una escena de combate mano a mano entre Izawa e Iwanaga (actor y bailarín entrenado) es un emocionante y violento despliegue de acción en donde, además, Sakamoto se da el lujo de agregar giros creativos y de subvertir expectativas narrativas. También debemos destacar el hecho de que las escenas de acción implementan de manera efectiva aspectos cómicos. El mejor ejemplo de esto es una fenomenal pelea entre botargas que es tan divertida como placentera y contundente.
Baby Assassins 2 mejora su propia fórmula a partir de un guion más dinámico, la introducción de nuevos personajes y un superior balance de su exageración cómica. En Mahiro y Chisato, Yugo Sakamoto tiene a una dupla ganadora que rápidamente ha cimentado su lugar en el corazón de cualquier fan del cine cómico y de acción.
“Baby Assassins 2” tuvo su premiere canadiense en Fantasia Fest 2023 y es distribuida por Well Go USA en Estados Unidos.
Foto de portada cortesía de Well Go USA Entertainment.