Blondi (Dolores Fonzi) y Mirko (Toto Rovito) son mejores amigos, hacen todo juntos: fuman marihuana, ven películas, van a conciertos de música alternativa y se entienden perfectamente con una sola mirada. Sin embargo, Blondi no solo es amiga de Mirko, también es su madre, y él no sabe cómo decirle que tal vez deba irse a explorar otras posibilidades. Esta es la premisa de Blondi una divertida e inesperadamente tierna recolección de vivencias protagonizada, escrita y dirigida por Dolores Fonzi.
De manera similar al clásico Harold & Maud, esta película no se enfoca tanto en un conflicto central claro y prefiere mostrarnos el día a día de esta curiosa pareja. Tras haber trabajado juntas en Soy tu fan: La película, Fonzi coescribe con Laura Paredes un guion que hila muy bien estos acontecimientos aleatorios llenos de personajes peculiares. Se nota la influencia de Paredes pues, al igual que en su trabajo en Trenque Lauquen, convierte estas situaciones cotidianas y sin relación aparente entre ellas en oportunidades para explorar más a Blondi sin que el público se aburra.
La premisa parecería indicar que Blondi es una madre encimosa o impositiva con su hijo, pero el texto de Paredes y Fonzi inteligentemente se aleja de este cliché y nos presenta un par de personajes que genuinamente se aman y disfrutan muchísimo de la compañía mutua. Blondi no deja que su hijo fume marihuana o vaya a fiestas para sentirse joven o para que él no la deje, sino que lo hace porque de verdad comparten intereses en común y respeta su individualidad. Esta representación de las relaciones madre/hijo es muy poco común en el cine y es bastante gratificante cómo está mostrada aquí.
Fonzi dirige con soltura a este peculiar personaje. Tanto en el rol de directora como de actriz, es capaz de transmitir el espíritu libre, casi hippie de Blondi, así como su inmenso amor por su hijo y su satisfacción por la vida. Aunque todos parecen juzgar a Blondi porque consume marihuana, tiene un trabajo poco glamuroso y se dedica a ir de concierto en concierto con su hijo y sus amigos, ella es más que feliz de simplemente poder vivir la vida como quiere sin darle explicaciones a nadie.
El resto del elenco es igual de bueno: Toto Rovito es convincente como el hijo y compañero de aventuras de Blondi, sin la química entre estos dos la película se cae; Rita Cortese es divertidísima como Pepa, la mamá de Blondi, de quien entendemos inmediatamente el espíritu anarquista de su hija, sobre todo en una muy peculiar conversación sobre el modelo de trabajo impuesto por el capitalismo; finalmente está Carla Peterson como la competitiva hermana de Blondi, quien parecería tener la vida perfecta pero es profundamente infeliz, aunque uno entiende por qué después de conocer a su marido.
La fotografía está a cargo de Javier Julia (Argentina, 1985), quien maneja una paleta de colores cálidos para las escenas de día que transmiten la ligereza de la historia, a la vez que construye interesantes secuencias de noche con luces neones y de colores que llevan a un ambiente apropiadamente psicodélico. De igual forma, el diseño de producción de Micaela Saiegh nos comunica desde el momento uno la personalidad libre de Blondi.
Con mucha ligereza y un humor sutil, Dolores Fonzi nos da una ópera prima en la que construye un personaje entrañable. Su historia parecería no ir a ningún lado, hasta que de repente simplemente descubres que te ha conmovido el corazón. Blondi sigue la misma filosofía que su protagonista: dejar que la vida fluya y disfrutar al máximo ese proceso.
“Blondi” se encuentra disponible en Prime Video.