Después de cierta inconsistencia en sus proyectos, Joe Wright regresa a sus orígenes para dar cátedra de su talento como director de cine de época con “Cyrano”, un magnífico musical romántico adaptado, por la guionista Erica Schmidt, de la legendaria obra de 1987.

La historia nos transporta al París del Siglo XVII y sigue a Cyrano de Bergerac (Peter Dinklage), un poeta y espadachín profundamente enamorado de su gran amiga, la hermosa e inteligente Roxanne (Haley Bennett). Sin embargo, es incapaz de revelar sus sentimientos por temor a no ser aceptado y amado debido a su condición física. Apartándose de la tradición, el Cyrano de Bergerac de Joe Wright no tiene una nariz enorme, sino enanismo y Peter Dinklage le da vida con pasión y desbordante anhelo.

Las cosas se complican cuando Roxanne se enamora a primera vista de un guardia recién llegado llamado Christian (Kelvin Harrison Jr.), quien comparte ese sentimiento pero es muy torpe expresándose, así que le pide apoyo a Cyrano para escribir cartas de amor a Roxanne. El carismático poeta accede y procede a hacerse pasar por Christian para asombrar aún más a Roxanne y de paso expresar indirectamente su enorme amor hacia ella. También en el cuadro se encuentra De Guiche (un repulsivo Ben Mendelsohn, quien devora este papel sin problema alguno), un adinerado y poderoso duque intentando seducir a Roxanne.

Como lo hizo con “Pride & Prejudice” y “Ana Karenina”, Joe Wright reinventa y revitaliza una historia clásica con creatividad, energía y un genial guion de Erica Schmidt adaptado de su propia adaptación teatral de 2018 (también protagonizada por Dinklage y Bennett) que goza de una bienvenida y orgánica inyección de modernidad expresada a través de la utilización del enanismo como generador de inseguridad en el protagonista, así como música fresca y altamente pegajosa con sutiles toques de rap a cargo de Aaron y Bryce Dessner, miembros de la banda indie The National.

Ya sea en escenas musicales o diálogos íntimos entre personajes, el soberbio blocking y manejo de ritmo de Wright permite la transmisión de poderosas emociones; la escena en donde Roxanne le confiesa a Cyrano su amor por Christian, por ejemplo, escala paulatinamente la tensión romántica a través de un ágil intercambio de diálogos hasta alcanzar una explosión de anhelo y desamor. La película tiene muchos momentos así, en donde las emociones rebasan a los personajes y parecen atravesar la pantalla.

Ya sea cantando, blandiendo una espada, escribiendo o sufriendo por su amor no correspondido, Dinklage es magnífico en el rol titular; de manera brillante, el hombre plasma una cautivadora combinación de inseguridad, pasión y orgullo. Haley Bennett (“Swallow”) es intoxicante, pues no deja que su Roxanne se quede estancada en el rol de interés amoroso, sino que plasma a una mujer apasionada, de espíritu rebelde y siempre inteligente que desborda sensualidad en escenas clave.

CYRANO
“Cyrano” | Crédito: Peter Mountain © 2021 Metro-Goldwyn-Mayer Pictures Inc. All Rights Reserved.

Kelvin Harrison Jr. (“Música, Glamour y Fama”) lo hace bien como Christian, en particular en su principal escena musical, pero el guion lo hace ver demasiado torpe. La incompetencia lírica forma parte de la naturaleza del personaje del Christian clásico, pero Schmidt no logra elevarlo más allá de un balbuceante e inepto soldado. Es muy diferente a lo realizado por Alice Wu hace algunos años en “The Half of It” (su interpretación moderna de Cyrano) en donde su Christian (bajo el nombre de Paul Munsky) tiene matices fascinantes que rápidamente dejan atrás la incompetencia innata del personaje.

Los elementos técnicos de “Cyrano” son exquisitos y trabajan a toda máquina para crear inmersión en la época y acentuar las virtudes de los personajes. La iluminación de ciertas escenas y la fotografía de Seamus McGarvey, por ejemplo, hacen ver a Haley Bennett como un ángel. La estética tiene una cualidad casi mágica que recuerda a cuentos de hadas sin caer en territorios de fantasía; el diseño de vestuario de Jacqueline Durran y Massimo Cantini Parrini, así como el diseño de producción de Sarah Greenwood y la decoración de set de Katie Spencer (ambas colaboradoras frecuentes de Wright) llenan de vida cada cuadro y permiten sacarle jugo a las escenas musicales.

“Cyrano” es un maravilloso musical orquestado con elegancia y precisión que innova a un clásico sin necesidad de traerlo a tiempos modernos. Con apoyo de dos extraordinarias actuaciones protagónicas de Dinklage y Bennett, Wright se reencuentra a sí mismo y entrega un potente y atemporal mensaje sobre la importancia de generar conexiones humanas cara a cara. 

“Cyrano” se estrenó en cines estadounidenses y británicos el 25 de febrero, y está nominada a cuatro premios BAFTA 2022 y a un premio Oscar 2022. Imágenes cortesía de MGM.