Después de modificaciones en su calendario y en su estructura, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas anunció un cambio más en su organización: los representantes de artistas, también llamados agentes, tendrán privilegios de voto en los premios Oscar. 

La Academia está conformada por 17 ramas (actuación, guionismo, animación, etc…) y divide sus membresías en dos categorías: miembros en general y asociados. 

¿Agentes en la Academia?

La organización tiene aproximadamente 111 agentes entre sus filas (número que cambiará con los nuevos integrantes). Anteriormente, estos agentes eran miembros asociados y tenían acceso a los mismos privilegios que los miembros en general (como proyecciones o recibir screeners), pero nunca habían podido votar. Eso cambia con el nuevo anuncio.

La decisión de otorgarle poder de voto a agentes radica en la necesidad de la Academia por incrementar los ratings de la ceremonia del Oscar. Al moverlos a la categoría de ‘miembros en general’ y darles ese privilegio, la organización espera empujar a películas más populares que ayuden a mejorar los números de audiencia en su transmisión anual.

La controversia

Sin embargo, esta decisión es polémica. Existe un fuerte temor de tener votos injustos y parciales, pues los agentes probablemente mostrarán inclinación por sus clientes. Un agente naturalmente votará por el actor o actriz que represente porque una nominación (u obtención del premio) les dará más prestigio, y por lo tanto, mayores oportunidades en la industria.

Una contraargumento es que la Academia ha tenido especialistas en relaciones públicas y ejecutivos entre sus filas durante décadas. Todos ellos tienen privilegio de voto y probablemente han votado parcialmente en beneficio de sus intereses. 

Según Anne Thompson de Indiewire, poderosas agencias han estado empujando a la Academia para tomar esta decisión, pues los representantes artísticos son integrales en el financiamiento, producción y aprobación de filmes. 

¿Qué beneficios existen?

No hay duda de que agentes y publicistas son importantes en el mundo del cine. Pero también los festivales tienen relevancia en ese proceso. También las cadenas de cine y por supuesto, el público. ¿Por qué darle voto a los agentes en específico?

La decisión de la Academia es enteramente en beneficio del cine comercial. 

Los agentes quieren que sus clientes hagan más dinero y por lo tanto, les conviene ser contratados por alguna franquicia. Por ejemplo, si X logra que su cliente Y salga en una película de Marvel, tanto X como Y tendrán más dinero y exposición. Claro, todos los actores son distintos y muchos buscarán películas artísticas o independientes por encima de franquicias… películas que les den prestigio y posibles nominaciones al Oscar.

Al otorgarle voto a los agentes en los premios Oscar, es muy probable que las franquicias salgan ganando. A los agentes les conviene votar por películas comerciales y franquicias, porque al hacerlo las están elevando a la categoría de ‘película de Oscar’. 

Poco a poco, este cine comercial irá ganando más prestigio, y los clientes podrán decir: ‘Ah, ¿puedo obtener una nominación al Oscar si actúo en esta franquicia de Disney, y además voy a ganar más dinero?, pues adelante’. Y claro, con esto los agentes se benefician económicamente. ¿Quién sale perdiendo? El cine independiente.

Con la pandemia, el cierre de cines, cambios en los protocolos de filmación y los problemas económicos que se avecinan, el cine independiente está en peligro. Si ahora le agregamos el hecho de que la Academia busca quitarle prestigio a este tipo de películas, en favor de millonarias producciones, pues el futuro parece aún más gris.

Si a un agente le conviene que su cliente aparezca en una película de Hollywood. ¿Por qué habrían de votar por filmes como “Parasite” o “Dolor y Gloria”? A menos de que todos estos agentes sean internacionales (algo que dudo seriamente), un triunfo para películas extranjeras no va beneficiarles en lo absoluto.

La Academia parece dar un paso adelante y dos atrás. Por un lado, tenemos un importante aumento en la diversidad de sus miembros, y del otro, se le da poder a un sector de la industria que inherentemente tiene una inclinación en sus intereses, algo que a la larga va a afectar producciones independientes e internacionales. 

Al fin de cuentas, el dinero mueve al mundo y si nominar a poderosas franquicias genera un aumento de ratings, eso es lo que la Academia seguirá empujando.