Hace 22 años comenzó una franquicia que le ha dado muchas ganancias económicas a Universal Pictures y a sus actores, pero también le ha dado satisfacciones a los fanáticos de la adrenalina y los autos. Rápidos y Furiosos, guste o no, vino a complejizar la forma de hacer cine de acción con sus elaboradas secuencias, dio un paso adelante en la inclusión con intérpretes de diferentes etnias y nacionalidades, y también nos ha regalado grandes momentos para memes.

Este no es un ranking de las películas de Rápidos y Furiosos, sino un recuento de lo visto a lo largo de más de 20 años que nos han hecho emocionarnos y encariñarnos de sus personajes, dos décadas que nos han motivado para aprender a manejar y tal vez querer un auto veloz como los que vemos en pantalla.

Aquí puedes ver la primera parte de este repaso, en donde platicamos sobre las primeras cinco películas de la franquicia.

Furious 6 (2013, Dir. Justin Lin) 

La reunión del equipo, o mejor dicho de la “familia”, se convirtió en una fórmula ganadora por el carisma de cada uno de los personajes y la química en conjunto, así que para Furious 6, Justin Lin volvió a unir al elenco para agarrar sus maletas e ir a Europa, específicamente a Londres para enfrentar fantasmas del pasado. 

El antagonista de esta sexta entrega recae en las manos de Luke Evans, quien interpreta a Owen Shaw, un exmilitar y mercenario con la misión de recolectar dispositivos militares para crear la Nightshade, un arma capaz de destruir redes eléctricas de comunicación militar y con eso desestabilizar naciones enteras. Luke Hobbs, en el intento por atraparlo, contacta a Dominic para ser apoyado por su equipo. Ante la negativa de Dom, Hobbs le revela que Letty en realidad no murió y forma parte del equipo de Shaw. Así pues, Dominic, O’Conner, Tej, Roman, Gisele y Han se reúnen para recuperar el arma y de paso traer a Letty a casa, todo a cambio de libertad y exoneración.

La motivación de Justin Lin para regresar a dirigir no fue tanto el dinero, sino el planteamiento de la pregunta: ¿Cómo llegamos al siguiente nivel? Anteriormente habían paseado una bóveda por Brasil, ¿qué podía superar eso? La respuesta fue un tanque que destruye un puente, con Dom saltando —o más bien, volando— de un lado a otro para rescatar a Letty; y un avión Antonov An-124 derribado por todo el equipo en plena pista de aterrizaje. La producción de estos dos momentos, como siempre, fue producto de la visión de Justin y se realizó mayormente con efectos prácticos y muy pocos efectos visuales: la secuencia del tanque estaba planeada para rodarse en medio de Londres, pero no los dejaron meter un tanque en las calles, así que el gobierno de Tenerife, una de las Islas Canarias, les prestó una autopista que estaba a punto de inaugurarse y les dijo: “Pueden destruir todo lo que quieran”; la caída del avión gigante se grabó en una pista de aterrizaje real y el equipo de producción recreó casi un 60% del Antonov.

Esta película marcó el fin de la segunda trilogía (conformada por Fast & Furious, Fast Five y Furious 6) y reafirmó a Justin Lin, aquel joven director que hasta antes de colaborar con Universal Pictures financiaba sus películas con tarjeta de crédito y que vio la primera película de la saga como estudiante de cine, como el principal escultor y potenciador del estilo, tono, temas y acción dentro de la franquicia. 

¿Qué dejó Rápidos y furiosos 6? Una secuencia inicial que rememoró algunos momentos de la saga acompañada de la canción We Own It de 2 Chainz & Wiz Khalifa; la aparente muerte de Gisele; la conexión y el regreso de Braga; autos de vuelco creados desde cero especialmente para la película (¡con dirección delantera y trasera!) y una escena postcréditos con nexo a Tokyo Drift, donde se revela que el verdadero asesino de Han en Tokio fue Deckard Shaw (hermano de Owen), interpretado ni más ni menos que por Jason Statham. 

Furious 7 (2015, Dir. James Wan)

Varios hechos marcaron el rumbo de la séptima entrega. Universal Pictures quería acelerar el rodaje y el estreno de Furious 7 debido a la falta de proyectos en su calendario, así que durante la postproducción de la sexta, se le propuso a Justin Lin comenzar la preproducción de una nueva, pero Lin se negó y abandonó el barco, ya que no estaba de acuerdo con ir a prisa y no impregnarle la suficiente calidad al proyecto. ¿Quién sería el encargado de llevar a buen puerto la séptima película? El elegido fue James Wan, director sin mucha experiencia en el género de acción, pero convertido en icono del terror por dirigir películas como Saw, El Títere, La noche del demonio y El conjuro.

Por la premura, Dwayne Johnson también tuvo que bajarse por momentos de la producción, ya que su agenda le pertenecía a Hércules. El estreno de Furious 6 fue en mayo del 2013; la producción de Furious 7 estuvo planeada para comenzar en agosto del 2013, para estrenarse en julio del 2014, y aunque todo estaba avanzando bien, la lamentable muerte de Paul Walker desestabilizó, tanto al desarrollo de la película, como al mundo del entretenimiento. 

El 30 de noviembre del 2013 se dio la noticia que Paul Walker, estrella de la franquicia, murió a los 40 años después de que su amigo y socio Roger Rodas perdiera el control del vehículo en el que transitaban y como consecuencia chocaran a gran velocidad contra un árbol. Walker no acabó de grabar todas sus escenas y aunque al principio hubo muchas dudas con respecto al rumbo del personaje y la franquicia, se decidió que Cody y Caleb Walker, sus hermanos, terminaran de filmar la película. La producción se detuvo durante algunos meses y se reanudó hasta abril del 2014, con adiciones al guion que fungieron como homenaje al legado de Walker. Sin querer, eso ayudó que Furious 7 tuviera la mejor recaudación de la franquicia con más de 1,500 millones de dólares.

La historia de Rápidos y Furiosos 7 involucró a Jason Statham como Deckard Shaw, un exsoldado de las Fuerzas Especiales del Reino Unido convertido en mercenario, quien busca venganza contra las personas que mandaron al hospital a su hermano menor Owen Shaw (villano de la anterior película). Su primera víctima es Han, a quien mata en Tokio (en conexión con la tercera parte de la franquicia), hecho que se convierte en el grito de guerra contra Toretto y la familia, mismos que, al no poder enfrentar a un fantasma como Shaw, recurren al Sr. Don Nadie (Kurt Russell), quien les ofrece rescatar de un grupo terrorista a Ramsey (Nathalie Emmanuel), una hacker creadora del Ojo de Dios, un software capaz de rastrear a cualquier individuo del planeta, y a cambio ellos pueden utilizarlo para atrapar a Deckard.

Como es costumbre, la saga trajo a nuevos personajes interpretados por prominentes actores como Kurt Russell, Nathalie Emmanuel, Romeo Santos, Djimon Hounsou, Ronda Rousey y Tony Jaa, ícono de la industria fílmica tailandesa. En manos de James Wan, la película tuvo más escenas creadas con computadora que cualquier otra entrega, probablemente por la premura de la producción, sin embargo, es notoria la baja calidad de cada una de ellas, no así de los efectos prácticos con los que realizaron algunas secuencias. 

¿Qué reveló esta cinta? Que Dom y Letty se casaron en República Dominicana durante los acontecimientos de Fast and the Furious 3.5: Los Bandoleros y en una escena eliminada (disponible en formatos caseros) se puede ver que Gisele fue quien llevó a Letty al hospital cuando se le dio por muerta, es decir, Gisele siempre supo que Letty nunca murió y aún así no le mencionó nada a Dom (¿qué mala onda, no?).

¿Qué momentos impresionantes dejó? Vehículos cayendo del cielo en la secuencia del rescate de Ramsey, que sí se lanzaron en caída libre a 280 km/h desde un avión Lockheed C-130 Hercules, mientras que para las tomas en close up se recreó un simulador de caída en un set. Además, el salto del personaje de Brian desde un camión a punto de caer al acantilado; el exclusivo Lykan HyperSport atravesando tres rascacielos; y la escena final como homenaje a Paul Walker, en la que su utilizó su verdadero Toyota Supra, acompañada de la canción See You Again de Wiz Khalifa & Charlie Puth. 

The Fate and the Furious (2017, Dir. F. Gary Gray)

Vin Diesel quería que la octava entrega fuera dirigida por Rob Cohen (el director que inició la franquicia en 2001), sobre todo por la visión que posiblemente tendría con respecto al personaje de O’Conner y porque tal vez hubiera redirigido la saga hacia su origen, sin embargo, nunca se llegó a concretar la idea y F. Gary Gray fue el elegido después de dirigir Straight Outta Compton. 

Luke Hobbs tiene una nueva misión: recuperar el NightShade ubicado en Berlín, Alemania. Dom, Letty, Roman, Tej y Ramsey se reúnen de nuevo para ayudar a Hobbs, pero cuando la misión parecía completada, Dom los traiciona y se lleva el artefacto. ¿Qué sucedió? Días antes, durante su luna de miel con Letty en La Habana, Cuba, Toretto recibió la visita de una misteriosa mujer llamada Cipher (Charlize Theron), quien lo chantajea para que recupere el NightShade junto a algunos códigos nucleares y así poder desencadenar el caos mundial. ¿Con qué lo chantajea? Con matar al hijo que ni él sabía que tenía con Elena (Elsa Pataky), la oficial de policía con quien tuvo una relación después de Fast Five. Con Dom como villano (y hasta con playera negra que significó su cambio de bando), el Sr. Don Nadie reúne a todos, incluyendo a Deckard Shaw, para explicarles qué está pasando con Toretto y Cipher, y así poder detenerlos antes de que el mundo arda en llamas. 

La cinta revela que Cipher siempre fue la cabeza de todas las operaciones desde Rápidos y Furiosos 6, ya que ella quiso contratar desde un principio a Deckard Shaw, pero ante su negativa reclutó a su hermano menor, Owen, quien al final no pudo cumplir su misión de recuperar los artefactos por culpa de Toretto y su equipo, de ahí que Cipher mejor haya optado por utilizar a Dom. 

Esta cinta no incluye a Brian ni a Mia, pero sí marca el regreso de Tego y Santos, así como de Owen Shaw uniéndose momentáneamente al lado heroico. Al elenco se unen Scott Eastwood como el Pequeño Don Nadie y Helen Mirren como Queenie, la mamá de Deckard y Owen. Por otro lado, esta película marcó la última aparición de Dwayne Johnson como parte de la historia principal, debido a desacuerdos profesionales con Vin Diesel. ¿Será que en algún momento regrese?

¿Cuáles son los momentos más alocados e irreales que propuso Rápidos y furiosos 8? Cuando Toretto conduce un auto en llamas por todo el malecón en Cuba (y sorprendentemente no sufrió ni una quemadura); el control que ejerce Cipher sobre cientos de autos en Nueva York que en estampida van a detener al Ministro de Defensa ruso, quien posee los códigos de lanzamiento y, por supuesto, el submarino saliendo del hielo para atacar al grupo. Esta última secuencia se rodó en Islandia y se necesitaron ingenieros de hielo (así como lo leen) para que supervisaran las condiciones del lago congelado cada cierto tiempo, sobre todo para saber cuántos kilos podían poner encima; a la mayoría de los coches se les colocó clavos en los neumáticos para mejorar la tracción, en especial al Lamborghini Murciélago LP 640 2010 de Roman. 

F. Gary Gray logró emular lo conseguido por Justin Lin durante las entregas anteriores, ya que con base en una historia alocada pudo formular momentos de acción todavía más exacerbados e inimaginables en lugares que aún no se exploraban en la franquicia como los de condiciones bajo cero. Ya habían pasado ocho películas y la saga demostró que aún le quedaba bastante gasolina en el tanque. 

F9 (2021, Dir. Justin Lin) 

Durante ocho películas, pocas veces se había ahondado en el pasado de los personajes, en especial de Dominic Toretto, así que para tener más material narrativo y seguir explotando a la familia como el tema principal que solventara una película más, Justin Lin regresó a la silla de dirección para encauzar una trama en torno al papá y el hermano de Dom y Mia. 

Chris Morgan, guionista desde Rápido y furioso: Reto Tokio, no pudo participar en esta entrega por trabajar en el spin-off Rápidos y furiosos: Hobbs & Shaw, así que Justin Lin y Daniel Casey se encargaron de darle forma a la historia en la que Dominic revive su pasado gracias a la aparición de su hermano Jakob (John Cena), quien fue el responsable de la muerte de su padre, Jack Toretto, durante una carrera en 1989. Jakob es exiliado de la ciudad por Dom y pronto comenzó a trabajar con el Sr. Don Nadie, pero desertó para formar su propia organización terrorista y de paso encontrar el Proyecto Aries, un virus capaz de tomar el control de cualquier sistema informático en el mundo.

En el presente, el equipo de Dom debe encontrar el paradero del Sr. Nadie y de paso recuperar una de las dos mitades del Proyecto Aries antes que Jakob. En el camino aparece Han, quien se suponía estaba muerto pero en realidad trabajaba con el Sr. Nadie en la recuperación del Proyecto y debido al inminente riesgo de las represalias fue convertido en fantasma y utilizado como cortina de humo durante el altercado con Deckard Shaw. Si algo nos han enseñado las grandes franquicias y en especial ésta, es que si no hay cuerpo, no hay muerto. 

Detalles que tal vez no notaste: la construcción de la muerte del papá de los Toretto es retomada con base en una plática que tuvieron Dom y Brian en la primera entrega; Tego y Santos aparecen de jóvenes en una escena en la que Dom arregla un coche en la cárcel, dando a entender que ahí fue donde los conoció; en la escena donde Dom reta a Jakob a una carrera, se ve cómo Dominic llega con unos jóvenes Vince, Jesse, Mia y Letty. Estas conexiones, sin duda son lo único coherente de la película.  

Rápidos y furiosos 9 trajo de regreso a Sean, Twinkie, Han, Mia y de Brian (aunque solo fue la aparición de su Nissan Skyline). Por otro lado, John Cena realizó su debut en la franquicia, se unió Michael Rooker, Ozuna, Bad Bunny y Cardi B. Una saga que sigue incluyendo grandes nombres en su elenco. 

En esta entrega Justin Lin entregó nuevamente varios momentos totalmente fuera de toda lógica física, pero que también eran sorprendentes, tales como el salto de Dom y Letty desde un risco a otro con solo una cuerda enganchada al Dodge Charger; el auto cohete fabricado por Sean, Twinkie y Earl y piloteado por Tej y Roman que va al espacio a destruir un satélite; el mega camión volcado gracias a imanes gigantes, algo muy casual.


Justin Lin no se equivocó cuando en entrevistas dijo que las secuelas no son gratuitas, se ganan, y esto ha sido gracias a la audiencia y los fans. Se le puede criticar todo a la franquicia, desde su humor bobo, hasta las burlescas y exageradas secuencias de acción, pero es innegable la importancia que ha tomado dentro del género. Es una franquicia que ha generado admiración por la complejidad de su producción y su  fascinación por crear productos espectaculares, dignos de eso llamado “magia del cine”. 

De correr coches en las calles de Los Ángeles a recorrer el planeta e incluso ir al espacio; de recaudar poco más de 207 millones de dólares la primera vez a lograr ganar en total casi 6,000 millones de dólares; en eso se ha convertido Rápidos y furiosos, en una marca, en un absorbente espectáculo, en un gran evento, en una gran experiencia. ¿Qué vendrá para la saga? Seguro mucha más diversión y mucha más “familia”. 

*En esta revisión se dejó fuera la narrativa del spin-off Fast & Furious Presents: Hobbs & ShawFast estrenada en 2019 y dirigida por David Leitch; Fast & Furious: Supercharged, una atracción que forma parte del Studio Tour del Universal Studios Hollywood desde 2015, así como la serie animada Fast & Furious: Spy Racers producida por Netflix y protagonizada por Tyler Posey como Tony Toretto, primo de Dominic.

Foto de portada cortesía de Universal Pictures.