Aunque todavía no llega a su fin, la pandemia de COVID-19 ya ha sido el tema central de varias películas. Algunas como “Kimi” han jugado astutamente con el tema y otras como “7 Days” y “The Falls” lo han abordado de lleno para explorar exitosamente la temática del aislamiento. Luego tenemos “La burbuja” de Judd Apatow, una comedia insufrible que llega años muy tarde y no tiene nada valioso que decir.

Judd Apatow (“El arte de ser adulto”) ha hecho un gran trabajo dirigiendo películas sinceras y empáticas sobre personas lidiando con su inmadurez. En “La burbuja”, Apatow reúne a un gran elenco y lo sitúa en medio del COVID-19 para intentar satirizar la inmadurez de Hollywood y sus actores, pero en esta ocasión, todo es a través de un lente inorgánico que utiliza anticuados chistes sobre hisopos, TikTok y cuarentenas para guiar una narrativa superficial sobre el hartazgo creado por la pandemia.

La historia sigue a un grupo de actores y actrices filmando la sexta entrega de Cliff Beasts, una popular franquicia sobre dinosaurios, durante el apogeo del COVID-19 y eso significa aislarse durante 14 días en un hotel para luego comenzar el rodaje, mismo que poco a poco se ve plagado de problemas técnicos, contagios y desesperación.

En este elenco se encuentra Carol Cobb (Karen Gillan), una actriz regresando a la franquicia tras un pequeño desvío actoral; Lauren Van Chance (Leslie Mann) y Dustin Mulray (David Duchovny), una pareja divorciada en constante conflicto; Sean Knox (Keegan-Michael Key), un inseguro actor; Krystal Kris (Iris Apatow), una estrella de TikTok; y Dieter Bravo (Pedro Pascal), un calenturiento drogadicto ganador del Oscar. Estas celebridades luchan por mantener la cordura al tiempo que la producción se vuelve progresivamente estricta a causa de ejecutivos millonarios decididos a tener un nuevo producto palomero para las masas.

El guion, escrito por Apatow y Pam Bradyk, procura satirizar una gran cantidad de elementos relacionados con la industria. Encontramos burlas a las hiperbólicas y cliché frases utilizadas por la crítica, a cómo Hollywood intenta hablar sobre el cambio climático y la inclusión sin entender nada sobre el tema, a actores y actrices tomando papeles que no les corresponden, al miedo de envejecer, al ego de las celebridades, a la utilización de efectos visuales para resolver todo, y a la supuesta “crisis” de carencia de nuevo contenido durante la pandemia. 

Pero la sátira nunca intenta profundizar en estos temas, y solo los aborda con humor forzado e inmaduro que empeora con cada escena. Hay vómito, drogas, deepfakes y chistes especistas de muy mal gusto. Si Apatow cree que nos vamos a reír de que atropellaron al perro de un personaje, entonces claramente ha perdido la brújula de la realidad.

“La burbuja” flaquea desde sus cimientos. En un principio, Apatow intenta crear empatía hacia personas millonarias que deben aislarse en enormes hoteles de lujo y luego parece burlarse de ellas. Sin embargo, el humor no es lo suficientemente inteligente como para diferenciar sus dos facetas; nunca satiriza con eficacia el privilegio hollywoodense y más bien genera repulsión al intentar simpatizar con ellos a partir de la estrecha visión y humor de letrina con la que Apatow aborda a la pandemia y sus consecuencias psicológicas. Todo me recordó al infame video orquestado por Gal Gadot en donde las celebridades cantaron “Imagine” desde sus mansiones para intentar hacernos sentir bien durante los primeros y aterradores días del COVID-19.

Y como ya es costumbre en la filmografía del director, el nepotismo se hace presente con Iris Apatow interpretando a un personaje que funciona como intento de crítica a cómo influencers son seleccionados en castings por su número de seguidores y no por su talento. Aunque la joven Apatow hace un buen trabajo en el papel, es imposible ignorar cómo su presencia hace a un lado a otros talentos del elenco como Samson Kayo y Maria Bakalova (“Borat Subsequent Moviefilm”), quién es brillante en las pocas escenas involucrando a su desperdiciado personaje.

“La burbuja” es una colección de sketches mal unidos en donde personajes unidimensionales fracasan en su encomienda de hacernos reír con su sufrimiento. Todo se siente como un capricho innecesario, largo y carente de inspiración forjado durante la pandemia por una persona desconectada de la realidad. 

“La burbuja” ya se encuentra disponible en Netflix.