En marzo del 2018, después de que “Mudbound” de Dee Rees recibiera cuatro nominaciones al Oscar, Steven Spielberg se pronunció en contra de Netflix y el hecho de que sus películas estuvieran obteniendo reconocimientos de la Academia. Y ese sentimiento anti-Netflix creció meses después cuando “Roma” de Alfonso Cuarón obtuviera 10 nominaciones y se colocara como la favorita a ganar Mejor Película en los premios Oscar 2019. 

“Espero que todos sigamos creyendo que la mayor contribución que podemos hacer como cineastas es brindar al público la experiencia cinematográfica en salas de cine”, dijo Spielberg en febrero del 2019 tras aceptar un premio de la Cinema Audio Society. “No hay nada como ir a una gran sala de cine oscura con gente que nunca antes habías conocido y que la experiencia te inunde. Eso es algo en lo que todos realmente creemos.”

Y bajo este discurso de “salvar las salas de cine” y la idea de que películas de plataformas de streaming como Netflix deberían ganar Emmys en vez de Oscars, Spielberg lideró un movimiento para intentar cambiar las reglas de elegibilidad de la Academia. Aunque esto no llegó a mayores, Spielberg continuó su cruzada anti-Netflix y pro-Green Book, película que en ese entonces era la gran rival de “Roma” en la carrera a Mejor Película”. “Un voto por ‘Green Book’ es un voto por el cine”, fue el grito de guerra de Spielberg en los días previos al Oscar.

La caída de Roma

A pesar de su discurso del “salvador blanco” y una narrativa con tintes racistas, el 24 de febrero de 2019, “Green Book” obtuvo el Oscar de Mejor Película por encima de “Roma”. Spielberg triunfó y Netflix se quedó sin ganar el premio mayor de la industria. Hollywood respiró.

Cabe aclarar que el triunfo de “Green Book” no solo fue gracias al sentimiento anti-Netflix, sino también al sistema de voto preferencial con el que se determina a la ganadora de Mejor Película, así como a la fuerte presencia de personas blancas, estadounidenses y viejas en la Academia. Un filme subtitulado en blanco y negro sobre un país ajeno nunca iba a ser tan popular entre estos miembros como una película blanca, convencional y cómica que hace sentir bien a las masas (aunque lo haga utilizando racismo) como lo era “Green Book”.

También existía la sensación de que el streaming lastimó a “Roma”. Al ser una experiencia inmersiva pero desafiante para muchas personas debido a su ritmo, la película de Cuarón funcionaba mejor en la sala de cine. En casa, muchas personas podían poner pausa o distraerse con el celular, rompiendo con la inmersión y emocionalidad del filme. 

Estas dos últimas explicaciones, tanto el gusto por películas entrañables como la experiencia en casa, también podrían lastimar a la divisiva “The Power of the Dog” y beneficiar a la crowdpleaser “CODA” este año. Pero, eso lo analizaremos más adelante.

La evolución del streaming

Tras la entrega de los premios Oscar 2019, la periodista Anne Thompson de Indiewire reiteró que además de Spielberg, los estudios cinematográficos estaban enojados ante el prospecto de que el filme de Cuarón haya tenido tantas posibilidades de ganar Mejor Película. Gran parte del rencor era consecuencia del miedo de que el streaming matara la “experiencia de ir al cine”, pero también existían otras razones como el excesivo gasto de Netflix en sus campañas de Oscar (se estima que durante esa temporada, gastaron alrededor de $50 millones de dólares en publicidad para “Roma”), mismo que le quitó enfoque a otras películas internacionales, como “Capernaum”, que se estrenaron en salas de cine y no lograron una gran recaudación. 

Y el hecho de que Netflix no reporta datos exactos del número de reproducciones de su contenido ni de los ingresos taquilleros generados por las pequeñas corridas de exhibición de sus películas en cines, también causó (y sigue causando) malestar en muchos miembros de la Academia, cineastas y ejecutivos de grandes estudios.

No obstante y para sorpresa de absolutamente nadie, en los años venideros las plataformas de streaming crecieron. Prime Video continuó su marcha tranquila y constante, mientras que Disney, Warner Bros. y Apple entraron al juego con sus respectivas plataformas Disney+, HBO Max y Apple TV+. Asimismo. la pandemia de COVID-19 (y la obligatoria cuarentena) fomentó el crecimiento de todas estas opciones. Se estima que en 2020 el número de suscripciones a plataformas de streaming superó los 1.1 billones. 

El streaming llegó para quedarse y muchos cineastas decidieron adaptarse a la nueva realidad. El mismo Spielberg firmó una alianza con Netflix para crear contenido. Sin embargo, el rencor de la industria hacia la plataforma no desapareció, solo se transformó.

Gastos desmedidos

Desde anuncios gigantes en Sunset Boulevard en Los Ángeles hasta prácticas poco éticas de soborno a los descarados miembros de la HFPA (votantes de los Globos de Oro), es normal que estudios gasten una fuerte cantidad de dinero para convencer a votantes de ver sus películas. 

Estas prácticas han evolucionado con el paso de los años y el marketing de temporada de premios se ha convertido en un arte propio que algunos han podido dominar y pocos han podido financiar. Dentro de este grupo entra Netflix, cuyos gastos en campañas de Oscar son tan grandes que han provocado enorme malestar en la industria.

En 2020, WSJ reportó que Netflix gastó alrededor de $100 millones de dólares impulsando las campañas de Oscar de películas como “The Irishman” y “Marriage Story”, una cantidad considerablemente mayor a la que estudios tradicionales suelen gastar (entre $5 y $20 millones). Netflix organiza proyecciones exclusivas para votantes de todo el mundo, manda regalos y produce contenido detrás de cámaras para darle visibilidad a sus películas y obtener votos. 

Sin embargo, en vez de convencer a votantes, este modelo ha comenzado a perjudicar a Netflix, pues el derroche de dinero les ha otorgado una imagen negativa; haciendo una analogía de lucha libre, los abusivos excesos los han convertido en los “rudos” de la industria, por lo menos en los ojos de personas con poder dentro de ella. 

Los productores han hablado

Entre 2020 y 2022 he continuado escuchando rumores de descontento hacia Netflix en pequeñas dosis, principalmente de parte de periodistas con un gran oído y muchos contactos en la Academia, tales como Anne Thompson de Indiewire. Estos rumores han incrementado durante las últimas semanas con el ascenso de “The Power of the Dog”, cinta de Netflix, como favorita a ganar el Oscar de Mejor Película.

Previo a los PGA Awards, premios del gremio de producción que suelen ser cruciales en la temporada, me llamó la atención un reporte que Anne Thompson compartió en el podcast de Screen Talk de Indiewire sobre su experiencia platicando con ejecutivos y personalidades durante recientes entregas de premios.

“El sesgo es real”, dijo Thompson. “Percibo un sesgo anti-Netflix de parte de toda persona afiliada con estudios y distribuidoras, pequeñas y grandes, que piensan que [Netflix] es demasiado poderoso… Hay una respuesta negativa contra el gasto excesivo, los anuncios gigantes, todo eso.”

Más tarde, Thompson continuó diciendo que todas estas personas “quieren encontrar la alternativa a ‘The Power of the Dog’ y ‘CODA’ es esa alternativa”. 

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“CODA” | Cortesía de Sundance Institute

La primera manifestación de todo esto se dio precisamente en los PGA 2022 cuando “CODA” se alzó con el premio de Mejor Película por encima de “The Power of the Dog”. ¿Por qué esto es tan importante? Porque los PGA son los únicos premios que utilizan el sistema de voto preferencial para encontrar a sus ganadores; el mismo sistema de voto que utiliza la Academia para determinar a la ganadora de Mejor Película (siete de los últimos diez ganadores del Oscar de Mejor Película primero ganaron el PGA). Es decir, los PGA nos ayudan a conocer cuál es la película más popular de entre un campo grande de votantes, muchos de los cuales también pertenecen a la Academia.

Es aquí cuando el rencor hacia Netflix y el populismo se entrelazan para crear la rivalidad más inesperada de esta temporada de premios: “CODA” vs. “The Power of the Dog”. ¿Por qué “CODA” se convirtió en la alternativa favorita de la industria? ¿Cómo es que “CODA” obtuvo tanto poder en tan pocas semanas? En la segunda parte de esta columna te explicamos.

En la primera parte de esta columna sobre la rivalidad “CODA” vs. “The Power of the Dog” platicamos sobre el inicio y evolución del sentimiento anti-Netflix que está causando caos en la actual temporada de premios. En la segunda parte, examinamos puntualmente sus consecuencias y el ascenso de la entrañable “CODA” como alternativa.